Marta del Castillo (Sevilla, 17 años), desapareció una noche de sábado sin dejar rastro. Fue el 24 de enero de 2009. A día de hoy, más de dos años después, su cadáver no ha aparecido. La última semana se ha celebrado en Sevilla el juicio contra Javier García 'El Cuco', menor de edad y que por aquellas fechas tenía 15 años. El fiscal le acusa de violación y asesinato. Por ser juzgado en base a la Ley del Menor, como mucho estará seis años en un centro de internamiento para menores bajo medidas judiciales. Después, saldrá a la calle.
El juicio contra el resto de los acusados se celebrará en unos meses. Se trata de Miguel Carcaño, principal imputado y quien en su día confesó el asesinato de Marta; Samuel Benítez, íntimo amigo de Carcaño y del Cuco, al que se le juzgará como cómplice; Francisco Javier Delgado, hermano de Carcaño; y María García, novia de Delgado.
Todos ellos, junto a 'El Cuco', han protagonizado uno de los casos más espeluznantes y misteriosos de la historia criminal en España. El caso Marta del Castillo se ha convertido en una sucesión de
versiones diversas y contradictorias que no han hecho más que desconcertar a investigadores, abogados, jueces y opinión pública. Desde el primer momento, la sociedad ha visto cómo tres adolescentes, uno de ellos prácticamente un crío, ponían en jaque, impunemente, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La búsqueda del cadáver de Marta ha sido una de las más exhaustivas y costosas que se han llevado a cabo en nuestro país. Y también una de las más mediáticas. Comenzó en el río Guadalquivir, donde, según la primera versión de los imputados, arrojaron el cadáver. Nada. Siguió en un vertedero de Alcalá de Guadaíra, a raíz de una nueva confesión de Carcaño, en la que aseguraba que el cuerpo nunca fue arrojado al río, sino que se deshicieron de él en un contenedor cerca de su casa, el famoso piso de León XIII, donde se cometió, presuntamente, el crimen. Tampoco se halló nada en el vertedero.
También se rastreó una zanja de Camas, localidad en la que Carcaño residía, junto a su novia Rocío, de 14 años, en el momento de la desaparición de Marta. La pista la dio la propia Rocío, meses después de la desaparición, al asegurar que Carcaño le había confesado que allí estaba el cuerpo. De nuevo, resultado de la búsqueda negativo.
Los hechos, según explica el juez instructor del caso en el auto de apertura del juicio oral, son los que siguen: la noche de autos, Marta, Miguel y 'El Cuco' se reunieron en casa de Miguel. Allí, los dos chicos habían estado bebiendo y fumando porros. En un momento, determinado, Miguel trató de besar a Marta, con la que había tenido una relación sentimental que se había truncado hacía un tiempo. Marta se negó, y firmó así su sentencia de muerte. Miguel comenzó a golpearla de manera brutal, agresiones a las que también se unió el menor. A la fuerza, y entre él y 'El Cuco', la llevaron al dormitorio de Miguel, donde Marta sufrió la violación de ambos: primero de Miguel, mientras 'El Cuco' la sujetaba, y después de 'El Cuco', mientras Miguel la sujetaba. Posteriormente, cogieron el cable de un alargador y la estrangularon tirando con fuerza de dicho cable. Finalmente, comprobaron que Marta estaba muerta con un tensiómetro, usado por la madre de Carcaño cuando aún vivía.
Una vez comentido el crimen, llamaron a Samuel Benítez para que les ayudara a deshacerse del cadáver. Al parecer, lo envolvieron en una manta, ya con la ayuda de Francisco Javier Delgado, que llegó en ese momento a casa, y lo sacaron de la vivienda en la silla de ruedas que había pertenecido a la madre de Miguel. El fiscal también deja probado que usaron el coche de la madre de 'El Cuco para deshacerse del cuerpo. Y a partir de aquí se pierde el rastro. Las diferentes versiones dadas por los imputados a lo largo del proceso apuntan en dos direcciones: el cuerpo fue arrojado en un contenedor cercano a la casa de Miguel, y la navaja que usaron para amenazar a Marta, en una alcantarilla (ésta sí se encontró); o bien fue lanzado al río Guadalquivir.
El hermano de Miguel y su novia están acusados de cómplices y encubridores del crimen. Al parecer, Francisco Javier colaboró para deshacerse del cuerpo y en la limpieza del piso, y bajo él pesa la sospecha de ser quien manejó a los jóvenes y quien les dijo lo que tenían que decir a la Policía; María, su novio, será juzgada como encubridora.
Lo cierto es que, más de dos años después de los hechos, el cadáver de Marta sigue sin aparecer.
Versiones de Carcaño sobre lo que pasó aquella noche, AQUÍ.
Cronología del caso Marta del Castillo, AQUÍ.